Extracto del Curso
Geshe Thuben Chöden
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15. El mero hecho de desarrollar un estado de concentración claro es causa para renacer en el reino de Brahma, pero las acciones físicas y verbales acompañadas de una conducta débil, no lo pueden producir.
Habla del Entusiasmo. El entusiasmo se traduce aqui como una paramita, cuando la mente se esfuerza por practicar este paramita y es un esfuerzo virtuoso.
Cuando practicamos postraciones, meditación, reitros.. vamos a tener dificultades en un momento dado, pero estás feliz de hacerlo porque estás inspirado, para tí tiene mucho sentido, por eso se llama “entusiasmo”. Lo haces con tu voluntad.
Este paramita depende también de la mente. Por ejemplo la meditación en Calma Mental, cuando el meditador piensa acerca de ello, a través de la calma mental vas a conseguir una sensación muy cómoda física y mental, muy flexible y gozoso. A la hora de pacificar los pensamientos ya empieza a mejorar tu concentración y a estabilizarte cada vez más, muy flexible física y mentalmente. Y el meditador necesita pensar acerca de estos beneficios en la meditación de la calma mental. Cuando su menta piensa en esto una y otra vez, su mente se inspira y tiene una inspiración para practicar esto, es lo que se llama Entusiasmo.
El entusiasmo es una mentalidad.
Y debido a esos esfuerzos virtuosos vamos a tener la mente luminosa de la calma mental. Y esto nos va a causar que renazcamos en los reinos celestiales, como el reino de Brahma.
Hay cuatro reinos con forma y cuatro reinos sin forma. En total ocho estadios meditativos. Y esto depende de cómo tengamos nuestra meditación en la calma mental, y ésta a su vez va a depender del Paramita del Entusiasmo, de que nos mantengamos en esta practica. Así se obtienen distintos niveles de estados de la meditación concentrativa, así podemos renacer en estos reinos
También están los reinos de Arya, seres sublimes.
16. Quien conoce la realidad dice que la recitación y otras disciplinas físicas, aún practicadas durante largos períodos de tiempo, serán insignificantes si la mente está distraída.
Nuestra práctica, tradicionalmente la hacemos sin interrupciones. Cuando la interrumpimos decae su poder. Paticularmente la práctica diaria, si tienes una recitación diaria, no hay que interrumpirlas.
A veces es muy útil, aunque tengas la mente embotada, que sigas la recitación, te ayuda a despejarte también.
Para educar a la mente a veces hay que hacerlo como a los niños. Cuando la mente se queja, si tú no aplicas disciplina y la dejas suelta, entonces no haces nada.
En un retiro largo por ejemplo de tres años, dá igual los mantras que reces… si tu mente está distraida es como si nada… tu uña estará desgastada de pasar el mantra, pero tu mente no se habrá enterado mucho, habrá sido en vano.
Esta disciplina, al igual que el Paramita del Entusiasmo, depende de nuestra mente.
El buda le dijo a sus biksus, los monjes completamente ordenados, que si su mente estaba distraida en la práctica, no iban a sacar todo el provecho de su práctica, podrían acumular muchos méritos pero no avanzar en su sabiduría, en su camino.