lunes, 18 de marzo de 2019

Los Cuatro Amigos Armoniosos






Al principio, había sólo un ave, y el árbol era sólo un pequeño e incipiente brote. El avecilla podía escarbar la tierra y encontrar cantidades mínimas de plantas con las que alimentarse, pero como era incapaz de volar, sólo podía comer lo que se encontraba a su alrededor, en el suelo. A medida que el árbol crecía, se le hacía más y más difícil obtener comida suficiente.

Entonces, apareció el conejo, el cual podía comer lo que estaba en el suelo pero también montar sobre su espalda al pajarillo para que éste pudiera alcanzar algunas ramas del árbol. De esta manera, ambos conseguían suficiente alimento. Sin embargo, como el árbol continuaba desarrollándose, la distancia empezó a ser demasiado alta incluso para el pájaro montado a lomos del conejo.

Entonces, llegó el mono. Éste podía trepar al árbol y hacer caer la fruta para el conejo y el pájaro. Pero le resultaba complicado alcanzar la de las ramas más altas.

Entonces, se presentó el elefante. Con él, si todos unían sus fuerzas y se ayudaban, serían capaces de alcanzar la parte más alta del árbol y, de esta forma, la comida sería abundante para todos.

La razón por la que los cuatro animales trabajaron juntos en armonía, y de que tuvieran éxito en su empeño, fue que, en primera instancia, ninguno de ellos se preocupó en obtener comida sólo para sí. 
El objetivo de cada uno radicaba en tratar de ayudar a los demás a conseguir aquello que necesitaban.
En lugar de estar dominados por una preocupación egoísta, estaban dominados por la preocupación por los demás.

Otra de las razones de su éxito hay que buscarla en que ellos estaban dispuestos tanto a pedir ayuda como a recibirla. Por eso se considera al pájaro el héroe de esta historia, puesto que siendo el más frágil y necesitado de ayuda, estuvo dispuesto a pedirla. Gracias a que los demás se sentían felices de ayudarlo, todo funcionó bien.

En Tíbet, se solía recomendar a las familias que pasaban por tiempos difíciles el relato de los cuatro amigos, ya que supone un ejemplo de la necesidad de mantenerse unidos. Cada miembro es muy diferente y posee su propia fortaleza y debilidad, pero al aliarse todos, se pueden lograr cosas que nunca serían posibles sin la fuerza del trabajo conjunto.
Por consiguiente, esta historia es una historia sobre la interdependencia. Es un relato que explica que no hay lugar para el egocentrismo, que nos necesitamos mutuamente y que necesitamos ayudarnos los unos a los otros. Lo peor es el egoísmo. Esta es la historia de lo que se consigue al trabajar en armonía.

-Versión narrada por el Venerable Ribur Rimpoché-

J.Martinez R 

OM MANI PADME HUM 🏻