Es un hecho sabido que la navidad no es una celebración budista, sin embargo, no podemos ignorar el impacto que estas celebraciones tienen en la sociedad. Como parte de nuestra práctica espiritual siempre respetamos otras culturas y otras creencias y aquí particularmente, hay algunos aspectos que suelen ser valorados y aprovechados para practicar nuestras cualidades altruistas.
El hecho de que como practicantes laicos debamos convivir con personas muy diversas, nos da una oportunidad de cultivar tolerancia, amor bondadoso y compasión y hacia todos ellos. Que adoptemos el budismo como nuestro camino espiritual no implica aislarnos y generar rechazo por aquellos que tienen otras religiones o celebran diversas costumbres, por el contrario, debemos aprovechar estos acontecimientos para trabajar nuestra empatía y ser generosos con nuestros seres cercanos.
En estas fechas las personas suelen celebrarlas en comunión, suelen pasarlas en familia y compartir momentos que no suelen darse seguido a lo largo del año. Es una buena opción como practicantes aprovechar toda esta energía de bondad que se manifiesta en todas partes del mundo para fortalecer Metta y no olvidarnos de todos los seres sensibles. Es importante también que podamos respetar los derechos de todos los seres y evitemos el uso de pirotecnia para no afectar el estado de los animales que sufren el impacto de dichas acciones.
Aprovechemos estos días para trabajar la generosidad en todos sus aspectos y que nuestra bondad se extienda hacia todas las direcciones.
Que nos encontremos en paz, cómodos y pacíficos.
