Son las siete y media de la tarde.En el Ateneo de Madrid, en una sala espaciosa y fría, entra solo por el pasillo, un hombre alto, delgado, traje y chaleco...se oyen en sus pasos la presencia de su pueblo : El Tíbet.
Su nombre: Dr.LOBSAN SANGAY. Presidente de la Asamblea Tibetana en el Exilio.Toma asiento con seguridad y tiene hablando la virtud y la magia del silencio.Tiene calma, lo demuestra, expresa en su rostro una profunda vida espiritual, se aleja del dolor y sufrimiento de su pueblo, desarrolla en su charla las enseñanzas de Buda, hipnotizando a sus escuchantes. De corazón a corazón, muestra una enorme paciencia de compasión hacia el gobierno Chino que ocupa su pueblo, EL TÍBET.
Después de muchos años de ocupación y sufrimiento, este hombre junto al líder espiritual, SS Dalai Lama siguen hablando de amor y paz. Sabe morderse la lengua, para no perder el tiempo y sabe que la compasión es una muestra de concordia y felicidad.
Sus palabras no quedan en la sala fría, queda en la intimidad de cada persona que lo escucha, aliviado sabe que ha conquistado y termina satisfecho, habiendo olvidado por algunas horas los problemas que lo han traído hasta Madrid.
Los cuadros tristes colgados en la pared, ríen y meditan...El Presidente del Pueblo Tibetano en el exilio, saluda a los asistentes a su conferencia, quedando claro y con fuerza, que la convivencia se basa en los valores espirituales, así surge una auténtica intimidad y un gran respeto hacia todos los seres, incluidos a los que hacen sufrir y explotan a su precioso pueblo, Tíbet.
¡ Y ESO NO ES TODO !
Su optimismo natural apacigua cualquier pensamiento negativo de la mente.
J.Martinez R.ॐ
OM MANI PADME HUM _ / | \ _y