domingo, 29 de diciembre de 2019

Tāra roja


Tara Roja está representada de forma frontal, sentada sobre un loto en postura semicerrada; la pierna izquierda doblada reposando sobre un cojín de luna y la pierna derecha flexionada, colocando el pie sobre un pedestal de loto expresa la actitud de salir en auxilio; es la compasión activa que manifiesta Tara para interceder ante todos los seres sensibles.

El color rojo corresponde en el mundo fenoménico al elemento fuego, en el orden corporal está relacionado con el calor vital; vinculando el poder del fuego en su acción de disolver, se simboliza con su color la purificación de la ignorancia por medio de la Sabiduría: purificación de los oscurecimientos que genera la visión dualista por el fuego de la Sabiduría Compasiva. En el orden corporal el color rojo está relacionado con el calor vital, es decir, con el plano físico del cuerpo; desvanecer, purificar la dualidad cuerpo-mente, sujeto-objeto es la representación de Tara Roja. El Buda Amithaba, o el Buda de la luz Ilimitada, se asienta sobre un loto por encima de su cabeza.
Tara está representada con los atributos de una manifestación omnipresente del Sambhogakaya; ataviada con vaporosas bandas de sedas sinuosas, envolventes y aéreas, suspendida en el centro del espacio sobre una flor de loto y un disco de luna a modo de cojín, simboliza una dimensión sutil, luminosa, de naturaleza búdica que no puede ser conocida por nuestra mente conceptual. Se dice en las enseñanzas que estas vestimentas muy finas y extremadamente suaves poseen la cualidad especial de que, al doblarse tienen la medida de un pulgar, pero al extenderse pueden cubrir todo el Universo. Los ornamentos de huesos y joyas son característicos del Tantra, señalando los atributos de un (Adi-buda, sánsc.) buda trascendente: Tara es, en serena paz dichosa, la expresión pura de la Sabiduría Compasiva de todos los budas, también reconocida como la madre de todos los Victoriosos.




En el centro de la frente de Tara Roja se manifiesta el tercer ojo. El significado de los tres ojos está relacionado con los tres tiempos, es decir, pasado, presente y futuro; El tercer ojo denota la cualidad del conocimiento trascendente sin la limitación del tiempo.



El Loto es emblema de la pureza primordial. La flor de loto surgiendo de las aguas cenagosas pura y sin mácula es la representación simbólica de la liberación del samsara. En el orden corporal, la flor elevándose sobre el tallo, simboliza el eje de energía cognitiva del canal central por donde se logra, caracterizadas en forma de lotos las distintas ruedas de energía cognitivas (chacaras), ascender, trascender, la causalidad inherente al samsara. La energía cognitiva trasciende, o despierta del sueño de la ignorancia, en cuerpo, palabra y mente, de allí que el loto de color rojo, indicando el calor vital asentado en la región del ombligo, representa el plano físico del cuerpo; El eje de energía cognitiva también se manifiesta simbólicamente en el árbol de refugio, enlazando de forma ascendente a los budas históricos del linaje en torno a las manifestaciones del Samboghakaya, coronado en la cúspide por la Prajñaparamita (perfección del conocimiento, sánsc.); el árbol así representado, igual que el loto, es un lenguaje simbólico, no conceptual que representa proyecciones puras; mirado de forma integral, el loto es la representación del discípulo y el árbol es la representación del Gurú de quien se recibe las instrucciones para recorrer el sendero de la liberación.

Estas representaciones sagradas, pinturas, escultura, ilustran el cuerpo de Buda, el Dharma representa la palabra de Buda y la transmisión de los maestros, las stupas personifican la mente de Buda.

La corola redonda de la flor de loto representando un disco de luna o de sol, simboliza los aspectos masculino y femenino de la naturaleza esencial de todos los fenómenos. Los Adi-budas, o budas primordiales, están sentados sobre una flor de loto poniendo en evidencia el carácter trascendente de su Naturaleza Esencial.

Sobre los pétalos del loto se asientan, tensos, un arco y una flecha formados por pequeñas y delicadas flores celestes en señal de precisión, firmeza y voluntad para alcanzar el blanco de la no dualidad, cuerpo-mente, sujeto-objeto; el color celeste se relaciona, en la esfera fenoménica, con la dimensión del espacio; en lenguaje simbólico muestra la disposición plena de acceder a la trascendencia.
Tara Roja expresando con la mano derecha abierta hacia abajo, sujetando un Vaso de Larga Vida el gesto de la concesión y estando ella misma relacionada con la esfera del cuerpo, proyecta la imagen de la Sabiduría no dual, cuerpo-mente que otorga el desapego.

Mantra Tāra roja: oṃ tāre tu tāre ture soha