jueves, 7 de febrero de 2019

LAM RIM Enfoque Medio, Lección 3



Extracto del curso
Geshe Thubten Chöden

Lección 3

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Un tema fundamental en las emociones o engaños  es el apego y el aferramiento. Hay que diferenciar, que te guste algo,  estar contento con alguien o tener un aferramiento con alguien no es lo mismo. Desear algo y aferrarte o apegarte a algo. No es lo mismo apegarte a alguien y amar a alguien. ¿cómo se distingue esto?

Querer a nuestra familia es una cosa, querer a los amigos es otra y aferrarse a alguien es otra cosa, no es lo mismo. El motivo del apego, su causa y su consecuencia es distinta.  Tenemos que distinguir y reflexionar bien. Tenemos que ver bien que el querer a alguien tiene que servir para avanzar,  es algo positivo para la otra persona y para tí, si no se siente así, se transforma en aferramiento, en adicción y en obsesión, que es una enfermedad. Esto es un resultado del apego y el aferramiento. Apego es motivado por nuestro ego, tiene mucha ignorancia, muchos intereses del ego. La experiencia del apego es una sensación de falta de libertad, de sentirse atado. Su consecuencia es el conflicto emocional cuando se agota ese deseo o cuando desaparece el objeto del apego o no se consigue.
El apego viene con el ego, con lo “mio”, produce celos, envidias, luchas para conseguir el objeto del apego. 
El amor bondadoso hacia alguien, amar a nuestros padres, nuestros hermanos es algo positivo y nosotros lo compartimos y estamos contentos, en este caso no hay ego burdo, hay un ego sutil porque es “mi padre, mi hermano” pero directamente el ego no está interviniendo como con el aferramiento. 
Compasión y amor bondadoso no viene motivado por nuestro interés personal. Mira el beneficio especial para otros seres, te sientes más contento si los otros seres tienen éxito, viven situaciones positivas  en todos los sentidos.

Había una chica en la época del Buda que sentía un apego muy fuerte por  Ananda, su discípulo. 
Ananda tenía el logro de la sabiduría y compasión y él sentía un amor bondadoso hacia esa chica porque era un ser sensible, no era un amor egoista, era un ser sensible y veía su naturaleza como era, la respetaba y la valoraba. Esa era la sensación de Ananda, pero la chica le quería de forma egoista, con el apego, lo quería para ella, por lo que la calidad del amor que ambos sentían era distintas.
Buda enseñó esta diferencia a la chica y le enseñó cuál era el amor incondicional puro. Ananda quería a esta chica y esta chica quería a Ananda pero con diferente amor y por lo tanto la consecuencia no era la misma.

La chica se inspiró en las palabras de buda y para transformar su obsesión por Ananda se hizo monja. Al ser de una casta muy baja le preguntó al Buda si podía ser monja por este motivo y el Buda le dijo a la chica que en su camino no importaba la casta que fuese alta o baja, que solo importaba su esfuerzo y su logro, eso era lo que importaba para llegar a la transformación y conseguir el estado de iluminación.

Tenemos apego a todo lo que nos hace sentirnos bien temporalmente, es algo muy superficial, es apego a la riqueza, el amor egoista, la fama… se basa en la ignorancia y viene motivado por nuestro ego.  Se mezcla con nuestros intereses. 
Cuando con ese amor no se mezcla el ego, no se mezclan los intereses entonces se transforma en un amor saludable.

Según el dharma el apego y el enfado su objeto es la exageración. Se ve el objeto magnificado en su cualidad, más de lo que  se vería de forma objetiva. Tanto lo malo como lo bueno. ¿Cómo se exagera? Cuando pensamos una y otra vez en el  objeto… la mente empieza a exagerar esa cualidad y se aferra, surge el apego o la aversión dependiendo de la cualidad que se exagera. 
Etiquetamos al objeto y a partir de ahí lo definimos como bueno o malo y lo exageramos. En realidad es relativo, es sólo una etiqueta. Se crea el desequilibrio en la mente.

En realidad el objeto está más allá de toda conceptualización, de todo ese sistema de etiquetas.  Las emociones, cuando se transforman, entonces surge la verdadera naturaleza.

Ojo, cualquier cosa que desas para tí no significa que esté implicado el ego. Por ejemplo tú puedes querer para tí una mente iluminada, un camino que beneficie a los demás… eso es un interés para tí y para todos, pero no alimenta el ego, es un sentimiento que no tiene nada que ver con el ego aunque sea un “deseo” para tí. Son acciones no motivadas por el ego.

La compasión está enfocada a la otra persona, no en uno mismo, ahí el ego no interviene.
Vamos a meditar ahora entre la diferencia entre el apego, aferramiento, obsesión y adicción, y del otro lado  estar contento con alguien, amar, querer,  interesarse por alguien.